Ella cantaba nuestras canciones
Acostumbraba contar nuestros sueños
Perdida entre imágenes del pasado,
Oculta en la obscuridad.
Yo le extendí la mano,
Le dije no te vayas, la invite a quedarse
A veces la deseo
A veces le temo.
Fría, sin voz…
Callada más que el silencio
Oí un susurro me decía ven conmigo
Le dije que la estaría esperando
La rabia se dibuja en mi rostro.
Rojo es mi color
Sangre lo que clama el corazón
Ve con tus hijos
Arranca la vida del que me adversa
Y vuelve con su alma en tus manos
Yo estaré aquí para acompañarte
Me entregare a ti como siempre has querido
Dormiremos juntos ese sueño
Abrazados eternamente
No me condenes a la soledad de esta vida
Llévame donde vales no por lo que tienes
Sino, por lo que tu alma lleva.
Al final con un beso toma de mi lo que quieras.
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