Por: Jorge Romero
En lo personal el legado dejado por Hugo Chavez Frías, va más
allá del conocimiento común del cibernauta conformista que con entrar a las
redes sociales y repetir lo que otros hábilmente han programado en su poco
utilizado cerebro, sienten ser intelectuales.
La comprensión de un Socialismo del Siglo 21, nos habla de
una doctrina de Paz, de Libertad y Autodeterminación de los Pueblos, de una
enseñanza tremenda que nos dice que los pueblos pueden y deben subsistir con
sus propios recursos naturales, que la riqueza de sus valles, tierras,
montañas, ríos, lagos y mares debe pertenecer a los pueblos y no a los que más
poder tienen a través de la explotación del hombre por el hombre, y entiéndase,
trabajo mal pagado, esclavitud, y explotación intelectual yo agregaría la
dominación por medio de la religión a pueblos tan miserables que se vuelven a
Dios como única respuesta a su sufrimiento temporal, donde mercaderes de la fe
se aprovechan de su desdicha.
Debemos recordar que la historia está formada por momentos
por tiempos y formas esto para comprender y poder diferenciar el Comunismos
Marxista Leninista a esta nueva forma de empoderar al pueblo el Socialismos del
Siglo 21. La dialéctica y la evolución nos dice que el cambio rige al mundo,
por tanto a las personas, los procesos de cambio son indetenibles, y solo la aniquilación
de las ideas puede acabar con estos, “mi pregunta es” ¿mueren las ideas?
Históricamente los que han detentado el poder han usado la
violencia para mantener el statu quo, ellos han creado los monstros y los han
soltado, pero la bestia en la vorágine de
su caos se ha vuelto contra sus amos. Algunos ejemplos de los errores históricos
cometidos por los que ostentan el poder, los británicos con Gandhi, los
racistas con Luther King, los anti comunistas con el Che, Allende en Chile,
Torrijos en Panamá, Abraham Lincoln y JF Kennedy en Estados Unidos, Chamorro en
Nicaragua, Martí en Cuba, Morazán en Honduras, Bolívar en el Sur, Nelson
Mandela en Sud África, y la lista es interminable en la lucha social, que
cualquiera diría que luchar por la libertad de los pueblos, solo asegura una
muerte violenta, pero estos grandes hombres se han tornado en leyendas, en
mitos en ejemplos de vida, sus nombres y sus ideas han trascendido al tiempo.
En Venezuela se inició una revolución que siguió en los países
latinoamericanos. Volviendo al legado de Hugo Chavez, lo increíble es que
contrario a las teorías Marxistas Leninistas, con las que se le equipara esta revolución
no necesito balas, y sus argumentos han sido la paz, la democracia, la igualdad
social, amor por los más necesitados
practicada en las urnas, en algunos países como el nuestro la oposición ha sido
férrea, en un país donde el 67.8% según la CEPAL vive en pobreza y la tasa de
analfabetismo (no sabe leer ni escribir) de personas mayores de 15 años es del
15.6%, según el INE, es incomprensible la resistencia al cambio.
Con esto no ponemos a Chavez a nivel de un santo y mucho
menos de un mesías, simplemente un hombre tan común como cualquiera de
nosotros, que a diferencia tuvo el valor suficiente de comenzar un proceso en
un mundo en el que creímos que las revoluciones ya no tenían cabida y que la globalización
comercial nos había absorbido, con su ejemplo se globalizo, la preocupación por
los pobres, la necesidad de que todos por igual tuvieran las mismas
oportunidades más de 2 millones de niños venezolanos tuvieron la oportunidad de
educarse según el escritor Eduardo Galeano.
“Hugo
Chávez es un demonio. ¿Por qué? Porque alfabetizó a 2 millones de venezolanos
que no sabían leer ni escribir, aunque vivían en un país que tiene la riqueza
natural más importante del mundo, que es el petróleo.
Yo viví en
ese país alguno años y conocí muy bien lo que era. La llaman la “Venezuela
Saudita” por el petróleo. Tenían 2 millones de niños que no podían ir a las
escuelas porque no tenían documentos. Ahí llegó un gobierno, ese gobierno
diabólico, demoníaco, que hace cosas elementales, como decir “Los niños deben
ser aceptados en las escuelas con o sin documentos”. Y ahí se cayó el mundo:
eso es una prueba de que Chávez es un malvado malvadísimo.”
Aunado a esa lucha social, nos enseñó una gran lección de valor al
enfrentarse a la potencia que para bien o para mal rige los destinos del mundo,
me imagino lo difícil que ha de ser enfrentarse a las organizaciones más
nefastas de la inteligencia imperialista y sus satélites, me imagino que es
vivir con una diana en el cerebro esperando el fatídico disparo.
Sé y no pretendo que compartan este pensamiento, pero sentí la
necesidad de escribirlo porque los dones y llamados que nos da el Padre, son
irrevocables (Romanos 11:29) y a mí me gusta leer y escribir, será la historia
y el tiempo quien juzgue a este personaje amado y vilipendiado por muchos, por
ahora el mundo ya lo ha juzgado y son más los que lo aman que los que lo odian
o desconocen.